El pasado verano se estuvo
hablando de un enfriamiento de las relaciones entre el decadente imperio británico
y España, ese enfriamiento en las relaciones bilaterales tuvo que ver con el
problema del llamado Peñón de Gibraltar.
Ese viejo problema geopolítico que enturbian las relaciones con Gran Bretaña,
es solo un reflejo de la propia estupidez supina de nuestra clase política que
rompe barreras históricas y muestran que
a lo largo de 300 años nuestro país no ha tenido gobernantes a la altura
de las circunstancias histórico-política de España, al fin y al de cabo esta colonia
nace de la traición del primer Borbón a sus propio súbditos, entregando unas de las llaves del Mediterráneo al
pujante imperio británico en el siglo XVII.
Desde el punto de vista geopolítico
tanto en el siglo XVII como en la actualidad el control del peñón tiene una
serie de beneficios como el control del
Estrecho de Gibraltar que es una de las rutas por donde pasa el 10% del tráfico
marítimo mundial, lógicamente controlar esa arteria te da capacidad de poder
controlar un importante afluente comercial, pero aparte de eso también te da la
posibilidad de mantener un puerto donde se puede realizar desde las llamadas
“gasolineras flotantes” hasta una base militar que tiene capacidad de actuar de
manera bilateral en el norte de África, esto esta unido a que Gibraltar es
también uno de los mal llamados paraísos fiscales o como llamo yo “paraguas
bancario” donde el dinero de las mafias y el contrabando es una actividad que
genera grandes beneficios para amplios sectores ( sobre todo las oligarquías
locales) del peñón y Campo de Gibraltar .
Sin embargo, debido a las
estructuras geopolíticas de alianzas
mundiales que se dan en el siglo XXI, el peñón de Gibraltar carece de
importancia real en términos militares (como base de los ejércitos de la OTAN) ya que a pocos
kilómetros están la base de Rota. Pero
posiblemente el interés de mantener esta colonia anacrónica en un país aliado y
amigo, sea un interés tanto geo-económico como sociológico, el interés
geo-económico puede ser que muchas de la petroleras británicas tienen sus
llamadas gasolineras flotantes en una ruta comercial donde circula el 10% del
trafico marítimo mundial, eso es un negocio pujante y en el caso de las causas
sociológicas, la sociedad británica en su conjunto aun no ha aceptado que
dejaron de ser un gran Imperio hace más 60 años, y la colonia de Gibraltar
infunda un animo a su población sobre su pasado y su posible futuro.
La historia del peñón, es una
historia de las vulneraciones clara del propio tratado que la fundamenta, desde
la construcción del aeropuerto ( y su posterior ampliación en territorio
español) se hizo con nocturnidad y alevosía durante nuestra penosa guerra
civil, pasando por los últimos acontecimientos
de ampliar los espigones para ganar tanto tierra como aguas
territoriales ( que choca con el
principio del tratado citado antes) y evitar que los pescadores pesquen en las
aguas jurisdiccionales españolas. El gobierno británico expone que esas aguas
son gibraltareñas fundamentándose en la famosa convención del mar firmada en la
década de los 90 por nuestro país, pero al gobierno británico se le olvida
decir que el texto legal actual posee
una “cláusula interpretativa unilateral” que España ratificó en 1997 en la que
se dice que el texto “no puede ser interpretado como reconocimiento de
cualesquiera derechos o situaciones a los espacios marítimos de Gibraltar que
no estén comprendidos en el artículo 10 del Tratado de Utrecht, de 13 de julio
de 1713, entre las coronas de España y Gran Bretaña”.
Pero sin embargo, ¿porque los
respectivos gobiernos españoles no han hecho nada para reclamar la devolución de
ese territorio español? La respuesta es menos compleja de lo que creemos,
porque a los diversos gobiernos españole no les interesa dicha devolución, por
la sencilla razón que muchos miembros de los dos partidos de gobierno tienen cuentas
secretas en ese mal llamado paraíso fiscal o mas bien “paraguas bancario”.
Desde la ciencia geográfica se
puede estudiar los problemas del peñón de Gibraltar a través de datos
estadísticos como los sociales y económicos de toda la comarca, esos datos objetivos
aporta una serie de visiones que muestra un problema que se podría solucionar
aplicando una zona economía especial para el Campo de Gibraltar que pueda
competir en igualdad de condiciones con la colonia británica. Del mismo modo,
se podría hacer un estudio realizado por los geógrafos en colaboración con
otros sectores disciplinarios para poder hacer un estudio sobre cómo se podría
mejorar las conexiones entre el resto del país con uno de los mayores puertos
de Europa, que es el puerto de
Algeciras, para potenciarlo y competir directamente con el puerto de
Gibraltar
Jesús de la Cruz Oliva
Estudiante de Geografía
e Historia
Universidad de Pablo de Olavide
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